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jueves, 31 de mayo de 2007

Se hace ´humo´ la ley antitabaco
Timidez del gobierno para aplicar la norma y falta de cultura de denuncia, señala especialista. Siete han sido llevados ante un juez desde 2004 en que se protegió a no fumadores
CLAUDIA ALTAMIRANO
El UniversalJueves 31 de mayo de 2007
Un constante y agudo dolor en el pecho llevó a Jorge a la consulta médica. Faringitis fue el diagnóstico del médico, quien atribuyó el mal a la contaminación y al humo del cigarro; aunque Jorge no fuma. Es su trabajo, una cantina del centro histórico, el que lo expone a diario a la inhalación involuntaria del humo.
La receta incluyó antibióticos y mucha agua, con lo que las molestias cesaron dos semanas después, pero la necesidad de trabajar impide al mesero alejarse de ese ambiente nocivo.
El cigarro le resulta familiar, pues ha vivido sus 39 años expuesto a él: en la infancia, a causa de su padre, y ahora por su empleo. Aunque asegura no haber presentado ninguna molestia antes, el vivir siempre cerca de un cigarro le creó una aversión al alcohol y el tabaco, por lo que nunca ha fumado.
"Yo siempre veía a mi papá, entonces me crié con la mentalidad de no tomar ni fumar porque no quiero hacer sufrir a los demás", argumenta.
Los no fumadores como Jorge, a pesar de constituir 70% de la población mexicana, son una mayoría aplastada y no aplastante; sometida inevitablemente a un ambiente nocivo por diversos factores: una ley insuficiente, la necesidad del trabajo y la falta de una cultura de denuncia y defensa de los derechos ha convertido a la Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores en letra muerta.
Centros comerciales, bancos elevadores, escuelas, bibliotecas, transporte público y todo tipo de espacios cerrados destinados al trabajo son sitios donde dicha ley es transgredida todos los días. Peor aún: algunos empleados fuman dentro de las oficinas del gobierno del DF, órgano encargado de vigilar el cumplimiento de la ley antitabaco.
No obstante, desde su aprobación en 2004 en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, sólo han sido presentadas siete personas ante un Juzgado Cívico local por haber incumplido esa legislación. De acuerdo con la Consejería Jurídica del gobierno capitalino, entre marzo, abril y mayo de ese año, fueron remitidas seis personas a los juzgados cívicos de las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón y Milpa Alta. Una persona más fue remitida a la delegación Venustiano Carranza en julio de 2005, y en 2006 y lo que va de 2007 no se ha infraccionado a nadie más.
Para llevar a efecto la ley antitabaco, es necesario que un policía capitalino remita al infractor a un juzgado cívico; ya sea por haber sido captado en flagrancia, o mediante una denuncia ciudadana. Empero, es necesario exhortar al infractor, antes de remitirlo, a apagar su cigarrillo o dirigirse al área de fumar y, sólo en caso de negarse, le podrá ser aplicada una multa; que oscila entre los diez y 100 salarios mínimos. La Secretaría de Seguridad Pública capitalina asegura no tener ni una sola denuncia presentada en los más de tres años que lleva vigente la ley, lo que, aparejado con las cifras de la Consejería Jurídica, demuestra que la llamada ley antitabaco sólo generó una ínfima respuesta y cayó en el olvido.
Inoperatividad
Al mismo tiempo, la ley antitabaco del DF pareciera tener invertidas las cifras: aunque la población no fumadora en México (y en el mundo) es de alrededor de 70%, el artículo 13 de la ley obliga a todo establecimiento que venda alimentos y bebidas a reservar un área para no fumadores de, por lo menos, 30% del espacio total; mientras que para los hoteles, el mínimo considerado en la ley es de 15%.
La población que no fuma debe conformarse con el pequeño porcentaje que la ley le otorga en los restaurantes; confinada a un espacio que, en la mayoría de los casos, sólo está separado del área de fumar por un letrero y unos cuantos metros, sin una barrera física que impida que el humo les llegue.
Pero no sólo los comensales se ven afectados por estas medidas. La Organización Internacional del Trabajo calcula que mueren al menos 200 mil trabajadores al año debido a la exposición al humo de tabaco en su lugar de trabajo.
Como dice Domingo, compañero de Jorge, la barra del bar es un fumadero. "Llegan muchas personas con los Delicados, con puros baratos, y aquí se hace una nube. yo ni fumaba, pero ahora aquí pues acabé fumando también". La barra se ubica muy cerca de la salida, por lo que hay mayor ventilación, pero los cocineros y meseros están del otro lado, sin poder evadir el humo. Es por ello que Luis Alberto, al igual que Jorge, ya presentó problemas de salud. Con apenas tres meses de estar trabajando en el bar, padeció mareos y malestar general por encontrarse en la barra. "Como los señores se sientan frente a ti y empiezan a fumar, me mareaba. Llegaba a mi casa y me daba vueltas la cabeza, me sentía borracho, y yo no fumo ni tomo", relata.
Ante esto, su patrón decidió ocuparlo solamente como mesero, a fin de que tuviera más movilidad y no tuviera que estar todo el tiempo en medio de esa "nube".
Gobiernos tímidos, ciudadanos débiles
Se trata de una lucha débil por parte de los no fumadores, asegura Justino Regalado, jefe del Departamento de Investigación en Tabaquismo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). El doctor puntualiza que la ley antitabaco es letra muerta por dos razones básicas: la timidez de gobiernos para aplicar la ley una vez establecida, y la debilidad con que los no fumadores exigen el cumplimiento de sus derechos; lo que no ayuda a que se cumpla con una normatividad existente.
"Los gobiernos no quieren molestar a los ciudadanos, quieren ganarse la simpatía de los potenciales votantes antes que establecer el bien común. Otro aspecto es el pobre compromiso de la sociedad, somos exageradamente pasivos y complacientes con los fumadores, porque no les exigimos respetar nuestro ambiente. Aceptamos con humildad arbitrariedades que nos imponen en los espacios públicos", puntualiza el investigador.
El tabaco es la segunda causa de muerte en el mundo y la primera prevenible, según la OMS, quien promueve los ambientes ciento por ciento libres de humo de tabaco, como lema del Día Mundial sin Tabaco, a celebrarse hoy 31 de mayo. Subraya el hecho de que cientos de miles de personas que nunca han fumado, mueran cada año de enfermedades causadas por exposición al humo de tabaco. "La mayoría de las personas en el mundo no fuma y tiene derecho no a estar expuesta al humo ajeno".

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